Bienvenidos al Hotel Gran Hermano: ¿Seguridad o Invasión de Privacidad?

La nueva normativa que convierte cada check-in en una confesión detallada de tu vida personal.

SEGURIDADTECNOLOGIAATUROLLO

12/2/2024

A partir del 2 de diciembre de 2024, alojarse en un hotel o alquilar un coche en España se ha transformado en una experiencia digna de un interrogatorio. El Real Decreto 933/2021 obliga a los establecimientos de hospedaje y empresas de alquiler de vehículos a recopilar una extensa lista de datos personales de sus clientes, supuestamente en aras de la seguridad ciudadana.

La información requerida incluye nombre completo, sexo, número y tipo de documento de identidad, nacionalidad, fecha de nacimiento, dirección completa, teléfonos, correo electrónico, número de viajeros y, en caso de menores, la relación de parentesco con los acompañantes. Además, se solicitan detalles de la transacción: número de contrato, fechas y horas de entrada y salida, tipo de pago, datos de la tarjeta utilizada, incluyendo número y fecha de caducidad.

El Ministerio del Interior defiende la medida como una herramienta esencial para combatir el terrorismo y el crimen organizado, argumentando que actualiza normativas obsoletas y se adapta a nuevas modalidades de negocio.

Sin embargo, el sector turístico ha alzado la voz en contra, señalando que la normativa impone una carga burocrática excesiva, especialmente para las pequeñas y medianas empresas, y plantea serias preocupaciones sobre la protección de datos y la privacidad de los clientes.

La acumulación de información sensible durante tres años, como exige la normativa, no solo incrementa el riesgo de ciberataques, sino que también podría vulnerar derechos fundamentales. Incluso figuras públicas, como el escritor Arturo Pérez-Reverte, han criticado la medida, calificándola de invasión a la privacidad.

Mientras tanto, en países como Dinamarca, medios de comunicación han alertado sobre esta ley, advirtiendo que podría disuadir a los turistas de visitar España debido a las preocupaciones sobre la privacidad y la creciente burocracia.

En un mundo donde la privacidad es un bien cada vez más escaso, debemos cuestionar si estas medidas realmente nos protegen o si, por el contrario, nos están llevando a sacrificar nuestras libertades en nombre de una seguridad que quizás nunca llegue. ¿Estamos dispuestos a entregar cada detalle de nuestras vidas por una promesa de protección?