Arquímedes gritando ¡Eureka! Relajandose en la bañera

¿ Parece que los griegos entendían algo que hemos olvidado: el baño no solo es un espacio de higiene, sino también un lugar para que la mente fluya tan libre como el agua. En la privacidad de este refugio, lejos de distracciones, nuestras ideas más locas (y a veces geniales) tienen la oportunidad de florecer. ¿Coincidencia? Difícilmente. El cerebro, como el cuerpo, trabaja mejor cuando está relajado.

Desde soluciones creativas para problemas del día hasta ideas para grandes inventos, el baño ha sido un laboratorio mental para mentes inquietas. Incluso figuras como Steve Jobs y Bill Gates confesaron que algunas de sus mejores ideas surgieron en momentos de pausa íntima. ¿Por qué? Porque ese espacio es nuestro pequeño universo, lejos de opiniones ajenas. Así que, la próxima vez que cierres la puerta del baño, no subestimes lo que puede pasar allí: quizás encuentres más que alivio, ¡una revelación!